La primera vez que hablé con Larisa fue hace cuatro años porque coincidimos en una actividad que el artista gallego Diego Vites ofreció como parte de su residencia con la asociación cultural SOLAR. Aquella tarde, en la capital chicharrera, nos pusimos a alegar junto a una ventana porque el calor de junio ya nos estaba atosigando. Alguien dijo “ustedes dos se tenían que conocer” y nos reímos. Al día siguiente ella se fue pa’ Gran Canaria, esa isla en la que vive desde hace años y donde mucha gente cree que se crió. Nos intercambiamos los números de teléfono y desde entonces nuestra comunicación ha sido permanente, procurando compartir momentos juntas cuando voy pallá o ella viene pacá. Un tiempo después de conocernos, ya en 2019, volvimos a vernos en ese mismo espacio porque era ella quien estaba desarrollando una residencia de investigación con SOLAR. Esta vez quedamos las dos solas. Y con un tarot de por medio.
Oshún, Fasnia y la Filosofía para Larisa Pérez Flores

Bueno, en realidad, tarot tarot no es. No es el tarot de Marsella. Más bien es un oráculo, una baraja de cartas que representa a decenas de divinidades y personajes mitológicos “femeninos”. De distintas culturas, épocas, aspectos, edades y valores. Todo un frangollo de arquetipos, en definitiva. Recuerdo que una de las diosas que salió en su tirada fue Oshún y entonces empezamos a hablar de la religión Yoruba, del agua y de sueños en los que los torrentes se liberan. Y fluyen. Fluir es un verbo bastante denostado últimamente, en especial por ese enfoque new age y positivista chungo con el que se invita a pasar a gente que lo está pasando mal a que “fluya” sin más. No me interesan esos eslóganes que aparecen en las tazas de la famosa tienda de la vaca. Quiero recuperar el aspecto más “elemental” de lo que significa este verbo, propio de aquellas sustancias naturales que tienen la capacidad de fluir, ya que tiene mucho que ver con cómo Larisa Pérez Flores entiende y conforma su propio pensamiento.
Nacida en Tenerife a comienzos del mes de marzo de 1986, pasó su crianza en el municipio de Fasnia. Concretamente en La Zarza, uno de los núcleos que conforma ese pueblo tan desconocido para muchas personas de la propia isla entre las que me incluyo, posiblemente por su altitud y lejanía con la autopista. Vamos, lo que sucede también con otros municipios de la isla como Los Realejos. En este seco paisaje echó raíces su memoria, tal y como se puede apreciar en uno de sus últimos textos con el que colabora en la publicación “Brujas” de Her Feminist Festival 2021. En sus pensamientos está por ejemplo Carmela, del mismo modo que otras tantas mujeres como su abuela, su madre, sus primas, amigas y vecinas. Todas ellas son de sus principales referentes. Y eso que referentes no le faltan. En su formación académica como filósofa, hasta llegar a ser Doctora por la Universidad de La Laguna, ha tenido que leer a muchos hombres y mujeres —pero principalmente hombres por el sesgo androcéntrico que sigue caracterizando a las universidades y centros de enseñanza— para saber qué es eso de la Filosofía con mayúsculas. Entonces llegó la otra filosofía, la que no se escribe con mayúsculas ni tiene tanto reconocimiento en muchas instituciones académicas, caracterizada por un pensamiento que no es eurocéntrico, que no es blanco y que no reproduce colonialismo en sus propios esquemas. Influida por pensadoras como Ochy Curiel, Jamaica Kincaid, Yuderkys Espinosa o Frantz Fanon, firmó en 2017 su tesis doctoral titulada “Islas, cuerpos y desplazamientos. Las Antillas, Canarias y la descolonización del conocimiento”(1). En el resumen de su trabajo, expone:
“Esta tesis doctoral tiene como objeto calibrar los límites y posibilidades de una propuesta de ‘descolonización del conocimiento’ a partir de unas coordenadas espaciales y teóricas concretas: las Antillas y Canarias. La citada propuesta emana de un contexto intelectual conocido como ‘giro descolonial’, basado en una fuerte crítica de la Modernidad y del pensamiento eurocéntrico. (…) Las Antillas y Canarias se revelarán como puntos de partida para estos estudios, dibujadas a partir de las lecturas del Atlántico de grandes voces de la producción poscolonial caribeña y haciendo especial hincapié en el papel de las migraciones.” (Pérez Flores, 2017)
Me sería muy difícil intentar resumir los planteamientos intelectuales que tiene esta filósofa y que ustedes pueden bichear con una simple búsqueda en Google o YouTube poniendo su nombre. Ya sea en formato más académico, de entrevista o conferencia grabada, conocerla no deja indiferente a nadie. De ella especialmente voy a rescatar dos conocidas y hasta polémicas entrevistas para Píkara Magazine y la Televisión Canaria. He seleccionado estas dos porque si hay algo que la caracteriza es, sin duda, su capacidad de posicionarse conscientemente entre dos facciones. Y no porque no quiera decantarse por una de las opciones polarizadas que suelen darse en los debates que tiene que ver con temas como la identidad, sino porque sencillamente no le interesa hacerlo. En su lugar, como un fino hilito de agua capaz de filtrarse por cualquier grieta, Larisa consigue encontrar la falla y el quiebre de esos debates para evidenciar lo problemático de entender la canariedad con definiciones inequívocas o “polos opuestos”. En esta mencionada entrevista del 2019 para la famosa revista digital Píkara Magazine(2), un año después del I Campamento Feminista Decolonial Canario(3) en el que participó y al que alude, afirmó:
“Creo que es una potencia interesante e importante el entender que la colonialidad nos hace pensar no sólo en la dimensión de opresión que vivimos sino en la dimensión de opresión que ejercemos. El feminismo decolonial nos impulsa a hablar de un sujeto de ‘mujer canaria’ donde no hayan sujetos, mujeres o cuerpos que normalmente quedan fuera. El feminismo decolonial canario nos ayuda a ver tanto nuestras opresiones como nuestros privilegios. Y Canarias tiene una posición súper compleja en la teoría decolonial, y a veces el ejercicio [parece que] sólo tiene que ver con una historia de opresión y también tiene que ver con qué privilegios estamos ostentando en esta orilla africana en la que ejercemos de frontera de la Unión Europea.” (Pérez Flores, 2019)
También como prueba de esta capacidad para plantear cuestiones más allá de posturas polarizadas son sus palabras sobre la construcción de la identidad isleña en el programa “Canarias es cultura”(4), emitido en la televisión autonómica a finales del año 2020:
“Es un mecanismo dialéctico [en palabras de Fanon] que sucede porque quieres llegar a ser algo. Y para ser algo tienes que construir una identidad definida. Pero dice Fanon que hay un momento en el que tienes que trascender eso y darte cuenta de qué hay más allá del relato de ‘sí, aquí somos europeos y no hay mancha criolla’, que es la aspiración general, o ‘soy igual que un suizo o un francés’; o el otro polo que dice ‘somos raza guanche y aquí no ha habido contaminación en cinco siglos para acá’. Pues no, no es un relato tan emocionante ni tan perfecto, porque somos fruto de la mezcla y de una herida colonial, de algo que es violento. Pero podemos reivindicar una identidad que está hecha a base de trasvases y esto puede ser una especie de cura contra el racismo. Tener una identidad tan rica como la canaria yo creo que es una fortaleza. [Se dice] ‘es que en Canarias no se sabe exactamente lo que somos, ni europeos, ni africanos, tampoco caribeños’, pero eso es una ventaja porque podemos decir ‘mira lo que soy: unas islas africanas en medio del Atlántico que te cuentan toda la historia de lo que ha sucedido en este océano’. (…) Si potenciáramos ese imaginario desde edades tempranas yo creo que esos retazos de racismo y de xenofobia sería más complicado de implementar porque te sientes parte y no aparte de la historia de este continente” (Pérez Flores, 05/12/2020)
Como el agua de un torrente
Bueno, si ustedes se han quedado con ganas de conocer más sobre los planteamientos de esta filósofa canaria, las invito a bucear en sus decenas de publicaciones en revistas, libros y proyectos. Me atrevo a decir que las personas que la conocemos hemos tenido la gran suerte de coincidir con una de las mentes más brillantes de la Historia reciente de estas islas, ya que su visión del feminismo y el colonialismo han aportado un nuevo enfoque al pensamiento canario. Pero Larisa Pérez no es sólo teórica, no me vayan a pensar que es la típica académica que describe desde su torre de marfil el mundo tal y como ella lo ve. Nada que ver, mis cielos. Desde involucrarse siendo muy pibita a la lucha del Sáhara Occidental, la defensa del territorio contra casos como el del hotel de La Tejita (El Médano), el compromiso permanente con los derechos de las personas migrantes que se han retenido en Canarias en estos dos años, o estar presente en tantas manifestaciones, acciones e iniciativas colectivas feministas, ella nunca ha olvidado sus orígenes, su condición o su compromiso con esta tierra desde las causas más sangrantes. Un ejemplo viviente de que lo decolonial y lo feminista no son sólo teorías, también son prácticas.
Porque digamos las cosas como son: Larisa Pérez Flores se ha atrevido a visibilizar cuestiones que si bien llevan siendo motivo de reflexión en este Archipiélago desde hace mucho tiempo —vinculadas con la lucha contra el patriarcado o el movimiento anticolonial—, nunca antes se habían logrado aunar como partes indisolubles de un mismo pensamiento. Eso es lo que ha hecho esta filósofa: romper las presas que estancaban eso que conocemos como “género” y “canariedad” para llevarlos por un mismo barranco, seguramente el de Herques. Y así estos conceptos tan anquilosados social y académicamente por fin fluyen, se mueven y se mezclan, mientras Oshún, la diosa yoruba que mueve los ríos, los arroyos y los barrancos, se regocija viendo que su “hija” hace como ella. Apostando por un feminismo canario que fluye, que no se estanca, que no tiene miedo a perder la forma y volver a definirse. Sin miedo a mezclarse y correr, correr, correr, como el agua de un torrente.
Notas:
- (1) La tesis doctoral de Larisa Pérez Flores, titulada “Islas, cuerpos y desplazamientos. Las Antillas, Canarias y la descolonización del conocimiento” (2017), está disponible en línea.
- (2) Si no conoces lo que fue el I Campamento Feminista Decolonial Canario (2018), te invito a visitar su página web.