Hace un sol que raja las piedras. Estás vendimiando con la familia. Las uñas se te tiñen de negro uva. Los brazos y las piernas están pegajosos. Los mosquitos se te pegan. Las risas se contagian. El cansancio se nota. Y de repente tu tía descorcha un vino peleón de la vendimia pasada y sobre la mesa hay un plato de quesito de cabra fresco. El plato dura un segundo y alguien corre en busca del cuchillo para seguir cortando queso sin parar. Y solo por ese momento ya mereció la pena el madrugón del sábado.
No es que solo seamos una de las comunidades autónomas que más queso consume, sino que es uno de los pilares de nuestra economía ganadera de las Islas. Esto lo convierte en parte vital de nuestra cultura gastronómica y se cuela desde nuestra propia tradición canaria hasta nuestras casas. Desde ir a la quesería o al mercado, pasando por esperar en el guachinche un buen queso asado o bien sacar dinero para comprarle un queso bien fresquito a la vecina, forma parte de nuestra dieta, de nuestra día a día y de nuestro orgullo.
Pero, ¿conocemos algo sobre las personas que hay detrás de esos manjares? Luz Nélida Parque no sólo es una de ellas, sino una mujer rural referente para nuestras Islas, en especial para Lanzarote, su isla natal. Sin duda Nélida es una ganadera y quesera que ha contribuido a elevar el prestigio de nuestros quesos a un peldaño superior desde el mimo y la dedicación plena hacia su profesión.
Los inicios de Luz Nélida en la ganadería y en la elaboración de quesos

fotografía de saborealanzarote.org
El inicio de la historia comienza con un regalo para su ex marido, una cabra. La propia Nélida llegó a contar para un artículo del Diario de Lanzarote (2018) que su intención tras el regalo era un guiño a los recuerdos de su infancia en Ye (Lanzarote). Fue a raíz de ese gesto que se fueron haciendo con más y más cabras alcanzando hasta un centenar.
Antes de dedicarse a elaborar sus propios productos como quesera, Luz vendía la leche de su granja a otras queserías como Montaña Blanca o Maxorata. Sin embargo -tal y como llegó a relatar- el mantenimiento de las cabras para la venta de leche no resultaba apenas rentable.
Luz acabó vendiendo el centenar de cabras y con la venta de estas compró una serie de terrenos en los que en la actualidad se encuentra su quesería: Flor de Luz (San Bartolomé, Lanzarote). En la actualidad cuenta con unas 400 cabras en su granja, las cuales son cuidadas en su alimentación y bienestar para dar como resultado unos productos tan mimados como lo son sus quesos.
No obstante, cabe resaltar que antes de comenzar a elaborar sus propios quesos se dedicó a aprender y a especializarse. Un camino de aprendizaje y trabajo que ha llevado a sus quesos hacia una posición distinguida y valorada. Y es que, su recorrido en la ganadería supera los 20 años.
Luz Nélida y «Flor de Luz»
Fotografía de saborealanzarote.org
Ahora bien, en su negocio se pueden encontrar gran variedad de quesos con coberturas variopintas e incluso rellenos. Esto es lo que hace particularmente especial los productos de Luz, pues lleva su quesería como un laboratorio para la extracción de sabores únicos donde experimenta con especias diversas y lleva a cabo elaboraciones únicas que van más allá de la propia tradición metódica.
En especial, podríamos decir que su querubín en cuanto productos es un tipo de queso azul elaborado en totalidad con leche de cabra, con técnicas diversas, haciendo uso de la propia naturaleza. Se trata de un queso azul muy poco común en las Islas, pero que difiere en sabor y autenticidad con otros del territorio español. Demostrando una vez más que no solo se apuesta por la calidad, sino por la innovación y la experimentación en el terreno de lo tradicional.
De hecho, la quesería artesanal de Luz Nélida Parque, Flor de Luz, ostenta premios a nivel insular, nacional e internacional. Entre ellos, a nivel insular el oro fue para su queso fresco otorgado en la Muestra de Ganado de Uga, a nivel nacional ostentó el primer puesto en los Premios Nacionales de leche de cabra Tabefe por su queso semi curado de leche cruda de cabra, y a nivel internacional el bronce en el World Cheese Awards que lo posiciona ni más ni menos que en el tercer mejor queso del mundo.
La resistencia rural como el sostén de las Islas
Las mujeres rurales han sido, son y serán el sostén de la propia vida, de la economía y de la tradición. Destacadas, reconocidas, incluso premiadas o no, las mujeres rurales han estado siempre tras unas cortinas patriarcales que han desdibujado el trabajo real que han cargado sobre sus hombros y que a día de hoy lo siguen cargando. Un trabajo muchas veces desprestigiado y relegado a esa mal llamada baja cultura que son los pueblos, los territorios agrícolas y ganaderos o los empleos del proletariado de cayo, solajero, tierra y barro.
En nuestras Islas, el peso que poseen esas mujeres rurales que muchas de nosotras identificamos en nuestra propia familia y entorno es incalculable. Incalculable para la gratitud que merecen.
Los hombres y las mujeres que desde antaño han trabajo las tierras y cuidado a los animales son los que han mantenido viva la economía agrícola y ganadera de nuestras Islas, desde el más micro prisma al más macro. Sin embargo, cuando pensamos en el campo desde nuestro propio imaginario, vemos la imagen de un hombre rudo y fuerte de manos callosas. Pero como bien expuso Luz Nélida Parque en una entrevista para la Ser de Lanzarote (2017): “La mujer rural no siempre está detrás del hombre… que reconozcan que estamos y participamos, que sabemos cómo llevar esto!”.
Luz Nélida, mujer rural canaria
En 2017 Luz fue nominada junto con otro tanto de mujeres al Premio a la Mujer Rural Canaria, en el cual tuvo una mención honorífica. Este acto fue convocado por la Consejería de Agricultura con el apoyo del Instituto Canario de Igualdad.
Las mujeres nominadas a estos premios como lo fue Luz, así como la ganadora Eufrosina Pérez, además de las miles que no aparecen en este listado y las cuales seguirán siendo anónimas, merecen un reconocimiento especial. Lo rural en nuestras Islas no es una realidad marginal y apartada, es nuestra historia viva y latente. La que mantiene en pie nuestras tierras, nuestros animales, nuestros productos, sean reconocidos a nivel internacional o promovidos por el turismo como un buen anzuelo promocional o no. Esta historia nos pertenece como propia de nuestra identidad de un pueblo trabajador, porque aquí por mucho que se pueda decir no vamos ni hemos ido nunca a la papita suave.
Reconocer en especial a las mujeres en este sector es un paso pequeño pero firme para derribar una construcción colectiva en torno a lo rural, que desde el primer momento debería haberse antojado como caduca e innecesaria. El trabajo sacrificado, el mimo y el cuidado, los estereotipos y prejuicios a los que se somete, la falta de apoyo muchas veces institucional y el añadido por cuestión de género debe ser puesto en el punto de mira. No solo para reconocer, sino para reaprender y devolverle el valor real.
Falta de respaldo y obstáculos
Luz Nélida alegaba en el artículo para el Diario de Lanzarote (2018) cómo cada mes puede llegar a gastarse 1200 euros en cubas de agua y 25 de gasoil para mantener al ganado y la quesería en buen estado y funcionamiento. De hecho, ella misma, denunciaba que por 2017 estaba en constantes conversaciones con las administraciones para poder dotar a su empresa de agua potable y luz. Algo que resulta casi inconcebible teniendo en cuenta la magnitud, trascendencia y relevancia de su quesería artesanal y de su proyecto en general. Incluso después de llegar a hablar con tres consejeros diferentes seguía sin obtener respuesta ninguna, llegando a tener una reunión con el propio presidente del Cabildo de Lanzarote en su momento, Pedro San Ginés.
En definitiva, tres años en total de una lucha constante contra la aparentemente falsa promesa de que en verano estaría resuelto el asunto. Es por ello que Luz Nélida pone el foco de su crítica en cómo de descuidado se tiene al sector primario, un sector que sin duda tal y como ella describe debería poder tener mayor respaldo y apoyo con subvenciones y proyectos formativos ante una realidad que se resume en la desprotección.
Conclusiones
En suma, Luz Nélida es la viva imagen de lo que es una mujer rural, ganadera y maestra quesera que con su trabajo, dedicación, así como su capacidad de innovación y su ilusión por experimentar ha creado un gran negocio a sus espaldas.
Una mujer que con su talento y esfuerzo, pese a las trabas y los obstáculos en el camino, ha posicionado sus quesos en un lugar de referencia mundial manteniendo viva la tradición artesana jugando con la novedad. Una novedad que a todas y a todos nos hace la boca agua.
Bibliografía
- La quesera de Lanzarote Luz Nélida Parque, distinción honorífica del Gobierno de Canarias (30 de octubre del 2017) Cadena SER Lanzarote.
- Distinción honorífica del Gobierno de Canarias a la quesera de Lanzarote Luz Nélida Parque (26 de octubre de 2017) Noticias de Lanzarote.
- José Lahora, María (17 de septiembre de 2018) Luz Nélida, ejemplo de una maestra quesera. El diario de Lanzarote.